Era el  domingo,

y el padre de Luisito le trajo un regalo  de  cumpleaños,

sus amigos que lo visitaban lo miraban emocionados,

al ver a Luisito, con tanta  alegría, 

El niño abrió la cajita muy impaciente,

y para su asombro, era un pequeño conejito…

De color blanco como la leche,

con pintas carmelitas como el chocolate,

sus ojos eran  redondo como un botón negro,

como la tinta de sus lápices…

El niño lo tomo en sus manos,

Y le dio muchos besitos,

y brincaba  de gozó,

el conejito temblaba,

como una hoja de papel,

cuando el viento las mueve.

Luisito gritaba muy alto lleno  de regocijo

Y sus dedos  peinaban al conejo

el conejita pensaba que se desmayaba

al ver tantos  niños que lo rodeaban.

No te asuste le decía Luisito:

yo te voy a cuidar,

-y lo abrazaba contra su pecho-

para siempre te tendré en mi corazón,

hasta que seamos  viejito,

y tú, y  yo  volamos al cielo como angelitos.

by  Lidia Jaiah