MI VERDAD

Puedo decir ahora mi verdad ahora que hay un tiempo de polvo en el sombrero y por lo tanto me comprenden las generales del dolor. 

Ahora yo soy ese que se ve, como todo. En el humo de los autobuses, con una pausa triste de oficinas en las salas y un concepto nostalgico en los ojos: ese que oculta versos a la orilla del ruido: que habita entre relojes implacables y papeles apretados de numeros, que se codean, y maquinas que viven hasta ser casi humanas, y humanos que resisten hasta ser casi maquinas! 

Ese soy yo: que sufre todavía con el coraje agasapado en el silencio: que adorna noche buena a punta de balances y dice, sin querer, cosas extrañas cuando se pone a dibujar la gente: que juzga como un Dios advenedizo, sin esfuerzo de sangre, penosamente solo dentro de sus costillas con un dedo apuntando hacia tu pecho...

... Y yo soy como tú!

También yo ejerzo la sonrisa desnuda: me duelen como a ti, los candelarios y las noches de invierno en las orejas y los escaparates de los pavos rellenos cuando me aprieta el hambre dos ojales.

Me gusta como a ti, crecer de golpe resolviendo aventuras en el cine; gastar el corazón en los redondos viajes de la ruleta llevando una esperanza de remonta: frecuentar luminosos invadidos de sueños tan hondamente iguales a los mios: recordar cumpleaños a fuerza de nudos y recibir postales con pajaros de amor en las esquinas.

Me miro en ti, malamente arropado con un sueldo que siempre te descubre los pies o la cabeza, cuando vas a empeñar algun recuerdo que despues te hará falta en la memoria, o cuando las colillas reivindicadas por las noches de insomio sin tabaco.

Ese soy yo: que sufre todavía con el coraje agazapado en el silencio: que sufre hasta tu pena de musculo sin gloria penosamente solo dentro de sus costillas, peligrosamente humano dentro de sus costillas...