MILAGRO DE LA VIRGEN DE MONTESINO

 Milagro de la Virgen de Montesino

I

Apacentaba el rebaño una joven pastorcilla

en la frondosa ribera del río Arandilla.

En falta echaba una ternera extraviada

con angustia en el alma su búsqueda iniciaba.

II

En la cascada que al río desembocaba

fue localizada en el cenagal donde se ahogaba,

exhausta por la lucha, las fuerzas le flaqueaban,

enfangada en sus aguas hasta el cuello le llegaban.

III

Su fuerza empleaba para poder rescatarla,

siendo la joven manca de nacimiento,

las fuerzas le faltaban en cada intento,

con desesperación veía cercano su ahogamiento.

 IV

En oración a la Virgen se dirigió,

con gran fe su oración al cielo llegó.

Pronto la Virgen su mensaje escuchó

 y a la velocidad del rayo del cielo descendió.

V

En un rayo de luz a la pastorcilla se le apareció,

su fuerza divina de inmediato le transfirió.

Del fango con su fuerza sobrenatural la rescató

y con todo su amor en la orilla del río a salvo la dejó.

VI

Admirada quedó al ver que su brazo había recuperado,

radiando felicidad a la Virgen las gracias le dio.

El milagro divino en un lugar apartado había obrado,

una cruz grabada en su mano daba testimonio del milagro.

VII

El moro Montesino atemorizado tenía a los aldeanos

por la crueldad que sometía a los cristianos.

Su fama de malvado con la velocidad del rayo se extendía,

y a la comarca con sus malos tratos sometía.

VIII

La divinidad de la Virgen María

a los poderes sobrenaturales recurría

y en las entrañas de su alma penetraba

extrayendo la maldad que en su interior moraba.

IX

Del cielo descendió un rayo divino

invadiendo el corazón del moro Montesino,

el que fortaleza le daba para renunciar a su fe musulmana,

convirtiéndose desde ese instante a la fe cristiana.

X

En recuerdo de ese día todos acuden en romería

a celebrar la Virgen de Montesino con alegría.

A la misa asisten los romeros con devoción

 banderas y estandartes la acompañan en procesión.

XI

Aire festivo despierta sus corazones,

la música invade todos los rincones,

un aroma alegre mueve sus ilusiones

donde bailan felices aumentando sus emociones.

XII

 Santuario de la Virgen de Montesino,

paraje de natural belleza y encanto divino,

donde se respira aire sano y pinariego

cargado de aroma a tomillo y espliego.

XIII

Un lugar encantado

 nos abre una puerta al cielo divino,

 caudaloso manantial

que sacia el alma de paz y sosiego.

XIV

La Virgen nos brinda protección

 desde el reino del cielo,

para poder librarnos

 de los males del infierno.

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Autor: Fidel Tello Costero