No hay poetas solitarios

" La soledad
Inventa la más bella aparición
Remueve los rincones del corazón
Para quedarse sola la soledad...
Con su niñez
Su mocedad
Con su vejez
Para llorar
Para morir
En soledad..." Pablo Milanés

En la mesita de noche duerme un cuaderno
y recostado en sus sábanas blancas un lápiz descansa,
por la ventana se sienten vientos galernos
y todo este cuadro describe una semblanza
de quien escribir no quiere porque se muere de frío
y sus manos no palpan ni las hojas de un libro.

De quien naufraga en la pena de creerse un solitario
de quien no entiende por qué, las musas lo abandonaron,
de quien mira aquel papel en su extensión tan blanca
como si no pudiera, su pureza profanarla
y prefiere levantarse y mirar por la ventana
y escaparse con el viento de la tempestad que avanza.

Pero al final entiende que no se encuentra tan solo
que tiene papel y lápiz esperando en el buró
que puede derramar por el blanco los sentires de su alma 
apretar con sus manos su esbelta figura larga
llenar de nuevos poemas lo extenso de aquel cuerpo,
y con la sutileza de su amor tatuarle todos sus versos.

Y al terminar las caricias que con suaves trazos sobre aquel papel plasmará, 
vio como la tormenta lentamente se calmaba
y al cerrar la ventana sintió el abrazo 
del ser que en silencio en su cama lo esperaba,
para calentar su frío y enredar entre sus brazos
la rareza de un alma que se siente solitaria.

Lyda de Jericó