LLUVIA
Desde lejos te siento llegar.
No hay nada que me distraiga
de tu zigzageante y vaporoso andar.
Si corro huyendo te veo presentarte,
si me cubro los ojos te escucho venir,
si dejo de pensar en ti
te apareces en el fondo de la nada
a la que me quiero entregar.
No vas a parar. ¡Qué vas a parar!,
si así lo has hecho desde el comienzo
de aquella cósmica parición
que te depositó en este mundo,
porque ese era tu destino,
como el de todos nosotros,
tropezar, caer y partirnos
en millones de líquidas chispas
para acabar en los lechos de la mar.
Ven pues precedida por el viento
y ofrécenos la danza de las sombras,
las luces y los truenos que nos atemorizan
desde el vientre de nuestras madres,
hasta el fondo de las sepulturas.
Llega pues, que ansiosas te esperan
desde siempre las sedientas verduras,
los polvorientos caminos, los resecos riachuelos,
las cascadas que sin ti son inútiles barrancos,
como lo son mis frivolas penas
que sin parar me vienen desde lejos,
me vienen desde siempre,
y se están ahí como las llagas del crucificado
que nunca sanan porque andan metidas
en todos los piadosos costados.
En fin solo me queda decirte
que te esperan el río, la laguna,
los benditos manantiales,
los graciosos y mágicos arcoíris,
la floresta, las callejas, los tejados,
las chacras de los hambrientos
y el mar que por siempre te elevará
para el mismo juego de la vida.
Lluvia, ya estoy bajo mi techo,
metido en lo profundo de mis temores,
escondido en el fondo de mis secretos.
Ya puedes caer a la hora que te de la gana,
tal y como lo hacen mis lágrimas
cuando todos y nadie las necesitan.
Fecha: 12/12/2018 | Autor: Sywar | E-mail: abancaytoday@gmail.com | Visitas: 115 |
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