Cargando la página... |
Categorías |
Agradecimiento (90) |
Amistad (136) |
Amor (3378) |
Cómicos (38) |
Consuelo (69) |
Cortos (166) |
Eroticos (97) |
Familiar (74) |
Fechas especiales (50) |
Infantiles (78) |
Nostalgia (453) |
Otros (686) |
Pensamientos (866) |
Religioso (91) |
Traición y odio (123) |
Hojas Creativas |
Publicidad |
Espero tu llegada.
Calmante para noches ásperas, eres el reflejo de mis anhelos más autodestructivos: aquello que siempre busco
y nunca encuentro. Estás cuando yo, sumido en mis delirios, trato de hallar respuesta a la incesante angustia
que recorre mis pensamientos, las paz para el infierno que adentro se respira y por supuesto, tal vez más que nada,
el excitante sabor de impotencia que el no tenerte me provoca.
Siempre ausente, a la expectativa de mis tristezas, reluctante de mis alegrías. Eres ajena a mis llamados,
lo digo de esa forma para evitar decir que vienes cuando te da la gana. Pero por eso te añoro más,
pues me dejas siempre con ganas de ti. Me acostumbras a extrañarte, me obligas a esperarte y para tu diversión, me torturas al presentarte.
Quiero verte siempre, poseerte y hacerte mía. Quiero invocarte a placer y llenarme de ti, guardar tu fragancia entre letras,
retratar tu mirada en canciones y grabar tu voz en botellas. Pero no, tu inmaculada y satánica presencia
me visita sólo cuando mi mente se dispara y mi corazón se estremece. En el clímax de la locura,
en el punto sin retorno hacía lo enfermo y retorcido que esconden los rincones de mi mente.
Nunca tarde para salvarme, siempre a tiempo para marcharte antes de poder ser feliz.
A fin de todo, y en plan de resignación, firmo el armisticio que me impone tu ausencia,
entrego mi orgullo y cierro los ojos esperando tu venida. Me haces mal, pero te necesito.
Tu aroma asoma, reconozco esas pisadas de fuego que trae tu andar. Vienes a mi trinchera e incendias todo con tu espíritu de pirómana.
Vaya dolor me haces llorar, vaya tristeza me haces gemir, vaya felicidad me haces sonreír.
Ya te has ido, sigo tan infeliz como al principio pero con deseo de volver a sentirte. He sucumbido otra vez,
y sin embargo quiero hacerlo de nuevo. Espero con ansías nuestro próximo encuentro y te buscaré,
eso es lo seguro y triste de esta tragicomedia. Siempre necesitaré de unas gotas del aliciente pecado que traes, Inspiración.
Fecha: 06/04/2015 | Autor: Vitaly | Visitas: 682 |
Publicidad |
Hojas Creativas - 2008/2024 |